
Cada primer sábado de julio desde 1923 se celebra el Día Internacional de las Cooperativas. Naciones Unidas subrayó, mediante una resolución de la Asamblea General de 1993, el papel fundamental que juegan las cooperativas en el desarrollo económico y social de los países. En este año 2020, el lema del Día Internacional de las Cooperativas, que se celebrará el sábado 4 de julio, es “Las cooperativas y la Acción por el Clima”, alineándose con el ODS13.
El sector primario es el principal sector en el que el asociacionismo de productores, en forma de cooperativas formales o informales, es clave para lograr este desarrollo económico y social. La Cooperación Española lleva más de diez años trabajando junto con las asociaciones de productores agrícolas haitianas para reforzar la seguridad alimentaria del país. La Agencia Española de Cooperación ha centrado sus esfuerzos en el departamento del Sudeste en dos programas emblemáticos: Fortalecimiento de la Agricultura en Marigot y Fortalecimiento de la Pesca Marina y la Acuicultura. Ambos programas se basan en trabajar con pequeños agricultores y pescadores artesanales para mejorar las capacidades locales para producir y comercializar productos agrícolas y piscícolas. En ambos casos hay un componente específico refuerzo del tejido social y productivo. En la agricultura, se ha mejorado la capacidad de gestión de las asociaciones de regantes y productores. En la pesca y acuicultura, se ha reforzado las Uniones Comunales y las Federaciones de pescadores artesanales.
Gracias a este enfoque ligado al tejido social y productivo, se logran una gestión eficaz y sostenible de los recursos comunes mediante la cooperación entre productores. En la pesca, se logra un desarrollo eficaz de la cadena de valor de la pesca artesanal y se gestionan de manera eficaz y duradera los recursos pesqueros. En la agricultura se trabaja de la misma manera para lograr una gestión eficaz y sostenible de las infraestructuras de riego y el aumento de las capacidades técnicas y económicas de los agricultores y agricultoras. Además, en ambos casos el refuerzo de las estructuras asociativas han favorecido la creación de economías de escala y mecanismos de solidaridad. De esta manera, mediante el apoyo a cualquier fórmula que fomente el asociacionismo y el cooperativismo, se logra una mejora de la eficiencia de la agricultura y la pesca, sectores clave en la producción local de alimentos y medio de vida de más de la mitad de la población haitiana.